viernes, 8 de enero de 2010

El Cuaderno de Café y Chocolate


Madrid, noche de enero. Habitación exterior. En la ventana resbalan gotas de agua, afuera nieva.

El chico escribe en el ordenador. Escribe y borra. A veces piensa que da igual. Quizás nadie lea nunca esto. Tiene cierta sensación de soledad, se siente inseguro. Hubiera preferido empezar esta andadura compartiendo otra taza de café, realizó alguna proposición y no se atrevió a plantear otras. Le sudan las manos. No sabe si será capaz de sentirse un día café, y otro chocolate. Piensa. Quizá algún día, alguien le acompañe...

Se pregunta dónde quiere llegar con esto, a quien quiere mostrarle algo. Dotar del calificativo literario a lo que intenta hacer le parece una osadía. Quizá solo se trate de descubrir algo. Se pasa la mano por la barba, pensativo. – Hasta cuándo durará la humilde inspiración –. De fondo se oye el runrún de la televisión, que esta vez, como tantas otras, hace la función de lámpara. Muchas ideas rondan su cabeza, dulces y amargas, solas y acompañadas. Coloca sus gafas. Vuelve a recorrer con sus dedos el teclado. Escribe y borra. Pero esta vez de forma más rápida. Casi frenética. Sabe que se acerca el momento.

Cierra los ojos.

Imagina el cuaderno...

2 comentarios:

  1. ...¿Qué tendrán las noches de Enero?

    Escribir y borrar...hacer y deshacer...
    Metáfora de la propia existencia.
    No pienses a donde llegar...disfruta del viaje.

    P.D. Nunca sabemos quién puede acabar leyendo lo que escribimos...never know.

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  2. Mi primer comentario, gracias. =) Never Know

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