lunes, 4 de abril de 2011

La Primera

Madrid, Abril. Tarde de sábado soleada. La vida transcurría a un ritmo casi frenético para el chico. Aunque mantenía aquellos grandes ojos negros bien abiertos; aprendía, escuchaba y conocía a personas realmente interesantes.

Durante la semana caminaba con una estúpida sensación de inercia que cada día le hacía sentirse más una máquina. Los fines de semana, cuando tenía tiempo, se paraba a tomar una gran bocanada de aire... dedicando su tiempo libre a cualquier cosa que no le hiciera pensar en trabajo.

Aquella tarde se preparaba para disfrutar de una noche con amigos entre risas, bebida y comadreo. Tras una breve y necesaria sesión de ejercicio, en el aseo y con esa desnudez que precede a una buena ducha, recortaba su barba. Cuando, repentinamente, reparó en su presencia entre la oscura frondosidad de su vello facial, solitaria y blanca.

La primera cana. 

Continuó con su relajante ritual pensando: -¿Tendré que dejar de ser el chico desde este mismo momento? Y, tras esa bocanada de aire, la vida volvió a tomar la misma inercia de siempre.

viernes, 28 de enero de 2011

Invisible

Busca alguna mirada refugiado en la sombra. Sobrevive recibiendo la caridad, otras el desprecio y más la indiferencia.

Ni el más cálido día, es capaz de templar el gélido espectro de soledad que cada noche, emerge para darle conversación.

Bajo un techo de estrellas y un suelo de miseria, en un hogar de cartón, bebe para olvidar que bebe, viviendo para olvidar.

viernes, 21 de enero de 2011

Reflejo

Se había abandonado a la deriva del tiempo. Aquella mañana pasó la mano por el empañado espejo.
El reloj de arena en el que había ido acumulando cada minuto perdido...
Se despedazo en el preciso instante en que su mirada coincidió con el reflejo de sus propios ojos y no fue capaz de reconocerse.

viernes, 14 de enero de 2011

ILUSIÓN

Un inocente beso fue suficiente para que en su interior crecieran pequeñas crisálidas de ilusión. Tan solo una pequeña caricia bastó para romperlas. Sintió el estómago lleno de millares de mariposas, quisiera haberlas liberado una a una que estas se fueran posando despacio sobre él para retenerlas apretaba con fuerza sus labios. Pero cuando volvió a verle no fue capaz de contenerlas y acabó soltándole todas de golpe.